El acondicionamiento acústico referido a recintos de pública concurrencia tiene como objeto fundamental el control del tiempo en el que una señal sonora producida por actividades profesionales o domésticas dentro del propio recinto permanece en el ambiente, y cuyo resultado es el aumento del ruido. A ese tiempo se le denomina tiempo de reverberación. El acondicionamiento acústico son las actuaciones realizadas sobre las superficies de los
paramentos del recinto ruidoso para dotar a sus ocupantes de un confort acústico.
Cuando un sonido se produce dentro de un recinto cerrado, este se trasmite por el aire hasta encontrarse con un paramento sólido. En un recinto sin acondicionamiento acústico las ondas de sonido del ruido producido por los ocupantes chocarán con las paredes y el techo indefinidamente, ya que nada las debilita, y esto se traduce en un nivel mayor de sonido en el recinto. Los ocupantes se verán obligados a elevar su nivel de emisión para entenderse y por tanto volverá a subir el nivel del ambiente.
La disminución del tiempo de reverberación se consigue con la utilización de materiales absorbentes acústicos que se colocarán en paredes y techo, ya que sobre el suelo estarán los ocupantes del recinto generadores del ruido. La onda reflejada disminuirá su nivel en función de la cantidad de absorción acústica del material. El acondicionamiento acústico permite zonificar espacios abiertos y aumentar la intimidad, la confortabilidad e inteligibilidad.
Para decidir qué elementos acústicos instalar se deben tener en cuenta parámetros como el tamaño de la sala, la altura del techo, puertas y ventanas, el uso o función de la sala, los materiales constructivos y otros elementos absorbentes preexistentes como cortinas, alfombras y otros textiles. Los sistemas son de aplicación en oficinas, hoteles, restaurantes, colegios, call centers, etc.
Objetivos del acondicionamiento acústico:
1. Reducir el eco
2. Reducir la reverberación
3. Reducir el volumen
4. Reducir el ruido de fondo
5. Mejorar la claridad de las conversaciones
6. Mejorar la calidad del sonido
7. Mejorar la estética de la sala
8. Aumentar la tranquilidad del ambiente de la sala
Paneles murales
La medida más habitual de comenzar el acondicionamiento acústico de una sala es colocar paneles absorbentes en las paredes. Es recomendable cubrir aproximadamente un 20% o 25% de la superficie disponible con los paneles y desde el punto de vista acústico, lo ideal es instalarlos en dos paredes adyacentes para reducir el eco.
Pueden instalarse cubriendo parcialmente una pared, agrupándolos en pequeños campos, colocándolos de forma individual, repartidos por toda la pared siguiendo un patrón regular o irregular, dejando espacio a la imaginación si desea, e integrándolos en la decoración de la sala.
En oficinas y aulas es recomendable colocarlos alineados en una banda horizontal, a la altura de los oídos de las personas que ocupan la sala, tanto en posición sentada como de pie. Cubrir toda la pared con paneles absorbentes no aumenta necesariamente la reducción del ruido, ya que tampoco interesa que la sala suene totalmente seca (puede que esa reverberación natural sea de ayuda para alguna función específica). De igual manera, no todos los materiales tienen el mismo nivel de absorción, por lo que puede que con menos cantidad de material de un tipo se consiga el mismo resultado que con más cantidad de material de otro tipo. Las esquinas son especialmente importantes en materia acústica. Los paneles absorbentes funcionan especialmente bien en las esquinas entre paredes y en las esquinas entre la pared y el techo.
En definitiva, para reducir el tiempo de reverberación no es recomendable concentrar todos los paneles en un área, sino distribuirlos homogéneamente por la sala, en la medida de lo posible. También conviene colocarlos en primer lugar en la pared donde las ondas sonoras tienden a chocar antes de alcanzar los oídos de los presentes.
Techo absorbente
Los paneles murales pueden combinarse con un techo absorbente. Si no está instalado de obra, pueden colocarse paneles absorbentes suspendidos, tipo bafle vertical o vela horizontal. El techo es un buen lugar para colocar sistemas de absorción de bajas frecuencias al ser un espacio libre, no utilizado para el tránsito. El techo contribuye aproximadamente un 15% o 20% al ruido de la sala.
Otros formatos de paneles absorbentes
Los paneles fonoabsorbentes permiten que el trabajador pueda concentrarse mejor en su tarea. Estos paneles absorben parte del ruido de la sala. También ayudan a crear zonas diferenciadas dentro de un mismo espacio abierto, al mismo tiempo que son capaces de convertirse en un moderno elemento decorativo más dentro de la oficina. Para terminar de equipar de manera uniforme la estética de tu oficina, pueden tapizarse con el color que mejor combine:
Pantalla, para dividir mesas operativas dobles enfrentadas
Panel separador, para separar una mesa de altura regulable del resto, creando un espacio semi aislado
Panel separador de pie
Medición y clases de absorción acústica
La absorción acústica se mide habitualmente utilizando el coeficiente alfa (α), que tiene un valor entre 0 y 1,00. Cero representa no absorción (reflexión total) y 1,00 representa por el contrario la absorción total del sonido incidente. Los absorbentes se pueden ordenar en clases, de A a E, donde A corresponde a productos con un αw mayor o igual a 0,90.
Por su parte, el coeficiente de reducción de ruido o NRC (Noise Reduction Coefficient) es una representación escalar de la cantidad de energía acústica absorbida al golpear el sonido una superficie en particular. Un NRC de cero indica reflejo perfecto; un NRC de 1 indica absorción perfecta.